Está claro que, aunque ahora me cueste aceptarlo, todo esto no va a durar para siempre, no va a ser eterno, porque nunca nada es indefinido. Llegará un día en el nos aburramos, en el que nos dejemos de ver o en el que dejemos de ponernos nerviosos por el hecho de que nos estemos mirando. Que tontería, ¿no? Preocuparme de algo que seguro que va a pasar. La verdad, no quiero que llegue ese día, yo estoy bien así, me gusta llegar a casa sonriendo y que mi madre se ría de mí, me gusta cada noche al escoger la ropa del día siguiente pensar en lo que te puede gustar a ti, me gusta intentar hacerte feliz, verte sonreír; me gustan tus besos, tus abrazos y cada vez que dices algo tierno. Supongo que eso se resume en que me gusta estar contigo, me gusta todo lo que me demuestras, todo lo que haces por mí. En 4 días ya va un mesito, quedan muchos más obviamente, te quiero.
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