jueves, 14 de julio de 2011

¿Sabes qué anteponía yo a ti?

 Nada, no había nada. Tú eras lo primero y lo último, por eso me monté en ese avión, por eso dejé a mis padres llorando y me dio todo igual, porque tú lo eras todo, el principio y el fin.



jueves, 7 de julio de 2011

Intento llenar el vacío que dejaste.

Solo te escribo para decirte que ya está, que se acabó. Supongo que piensas que soy gilipollas, pues esto ya se había acabado hace tiempo, o quizás nunca empezó, creo que en realidad eso fue lo que pasó. Sé que todo lo decidiste tú, lo dejé en tus manos y no supiste estar a la altura. Pero no me refiero a "lo nuestro" No. Me refiero a que se acabó mi sufrimiento, se acabó mi espera, se acabaron mis lágrimas, se acabaron todas esas noches en vela pensando en tí y buscando respuestas inexistentes, todos esos mensajes que nunca envié, todas las cartas que escribí y no tuve el valor de darte,  todas esas palabras que nunca pronuncié. Se acabó todo lo que una vez llegué a sentir, y se acabó para siempre, lo acabo de decidir. Y creéme, no será nada fácil. De hecho será lo más difícil que haré en toda mi vida, pero es mejor así. Seguiré mi camino como tú has seguido el tuyo. Y si nos volvemos a encontrar en él, pues perfecto. Y si no, no te preocupes, es algo que no se puede remediar, no se controla. Te deseo que seas feliz y que consigas hacer feliz a alguien tanto como me hiciste serlo a mí pero, eso sí, te pido que no le vuelvas a hacer a nadie todo el daño que me causaste a mí, no vuelvas a cometer el mismo error, no tropieces dos veces con la misma piedra. Sé feliz y piensa que esa será la única forma de que yo sea feliz también. 



Hasta pronto.